La misa es una de las tradiciones más significativas del Festival Nacional del Café, un momento de reflexión espiritual y agradecimiento que une a toda la comunidad. Esta celebración, conocida sencillamente como la misa, se realiza en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Yauco, uno de los templos más importantes y emblemáticos del casco urbano. Allí, residentes, visitantes y familias cafetaleras se congregan para honrar la historia agrícola del municipio y pedir bendiciones para la cosecha y quienes la trabajan.

Durante la ceremonia, la parroquia se llena de símbolos que representan la identidad cafetalera de Yauco. Es común que se presenten ofrendas como granos de café, herramientas agrícolas o pequeñas representaciones de las haciendas históricas. Estos gestos buscan agradecer por las cosechas pasadas, pedir por las futuras y reconocer la labor de generaciones que han dedicado su vida al cultivo del café.

Más allá de lo litúrgico, la misa funciona como un acto de memoria colectiva. En ella se recuerda el impacto que la industria del café ha tenido en el desarrollo del pueblo y el papel fundamental de los caficultores en su historia. Para muchos asistentes, este momento sirve para reconectar con sus raíces, agradecer por lo vivido y reafirmar el sentido de comunidad que caracteriza a Yauco.

Así, la misa del festival es mucho más que una ceremonia religiosa: es un homenaje solemne a la tradición cafetalera, un reconocimiento a la fe y resiliencia del pueblo y un inicio significativo para las celebraciones que continúan durante el fin de semana.